Los europeos son los responsables de la extinción de multitud de especies animales en las islas Mauricio. Por ejemplo, provocaron la extinción del dodo (o dronte), un ave endémica de dichas islas:
Además, también exterminaron tortugas y escincos gigantes.
En 1965, las 25 hectáreas de la isla fueron declaradas reserva natural, aunque los europeos ya las habían dejado deforestadas.
En el año 2000, científicos trasladaron a la isla tortugas gigantes procedentes de las islas Seychelles. Finalmente, este intento de repoblación natura funcionó y las tortugas ocuparon hasta 500 áreas.
Este hecho motivó a los grupos conservacionistas a introducir especies determinadas en zonas en las que ya han desaparecido.
Sin embargo, no es tan fácil como parece pues, como dice el ecólogo Mark A. Davis <<No hay garantías cuando intentamos manipular la naturaleza>>. Por ejemplo, la introducción del sapo de caña en Australia:
Se introdujo para acabar con otras plagas y produjo un desastre en el continente.
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